Vale, ya está. Te ha caído el marrón encima. Catapum. No hay vuelta atrás: los novios, cargados de ilusión, te han pedido que pronuncies unas palabras en el día más especial de sus vidas. Y tú, cargado de agobio, no sabes por dónde empezar: si por el vino o por la cerveza para olvidarte del problemón que tienes encima.
Que no cunda el pánico. Todo tiene solución. Si sigues estos 10 pasos conseguirás un discurso de boda PER-FEC-TO. Y si me equivoco, te invito a un café. O algo más caro, venga, te invito a unos piñones.
- Respira hondo. ¡Calma! Hay dos sitios por donde las ideas no pueden fluir: una mente estresada y un concursante de Gran Hermano.
- No cometas el error de sentarte delante del ordenador con el firme propósito de escribir tu discurso de boda y no levantarte hasta que no lo consigas. La inspiración viene cuando quiere. Así que aprovecha los trayectos en metro, las esperas en el dentista, o los paseos con tu perro para recordar anécdotas divertidas que has vivido junto a los novios.
- En relación a esto… no dejes que tu discurso sea un resumen de estas anécdotas. La mayoría de personas que están ahí no las habrán vivido, por lo tanto, no les harán tanta gracia como a vosotros. Tienes que crear un texto universal, que mantenga el interés de todos los invitados.
- Si eres amigo o amiga del novio, no permitas que tu discurso gire todo alrededor de él. Incluye a su pareja todas las veces que puedas. La boda es de los dos por igual.
- Seguramente tendrás muchas cosas de las que hablar, pero selecciona las más importantes. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
- Haz reír. El humor es la mejor manera de romper el hielo y conectar con la gente.
- Haz llorar. Pero de la emoción, ¿eh? Si has roto el coche de la novia o del novio no es momento de decirlo.
- Evita las citas, frases hechas o fragmentos de películas en exceso. Puedes incluir una o dos, pero el resto del texto es mejor que sea más personal.
- Escribe frases sencillas, naturales, que casen (nunca mejor dicho) con tu manera de hablar. Así será más fácil que el día de la boda las recuerdes y puedas pronunciar tu discurso casi casi de memoria, mirándoles a los ojos.
- Si prefieres evitarte preocupaciones, deja que seamos nosotros quienes nos encarguemos de escribir tu discurso para la boda, ¡y tú vive la vida! Escríbenos a info@tododiscursos.com y crearemos tu discurso de bodas perfecto.