Cómo escribir el discurso de bodas perfecto

¿Te toca dar el discurso para una boda y no sabes por dónde empezar? Pues eso sí que es un problema y no cuando te dice tu pareja: “Tenemos que hablar”. Porque sabes que después de eso no tienes que hablar: tienes que dormir en el sofá. 

Pero tú no quieres quedar mal en la boda y para eso necesitas dar el discurso de bodas perfecto. ¿Y cuál es el discurso de bodas perfecto? Sencillamente el que hacemos nosotros y sobre el que puedes pedirnos información en info@tododiscursos.com. ¿Y por qué es perfecto? Porque es personalizado para los novios. Enviamos un cuestionario para que nos cuentes datos y anécdotas sobre los novios y en base a eso elaboramos un discurso divertido, emotivo o un monólogo sobre la vida de los novios que hará reír tanto como cuando les dices a los del restaurante que quieres un menú baratito para la boda, o también un discurso emotivo que hará llorar tanto… como a tu padre cuando le dices que tiene que pagar el menú ya no tan baratito para la boda.

¿Quieres ser la sensación de la boda? Pues entonces olvídate de combinar americana roja con pajarita porque se la hayas visto en una peli a Mario Casas, porque a ti no te va a quedar igual… y de los tirantes ni hablamos. Pero si de verdad quieres ser la sensación con un discurso que haga reír a los novios, no dudes en contactar con nosotros y tu intervención será de lo que más se recuerde de la boda… a no ser que lleves pantalones pesqueros, que se va a recordar pero para mal.

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Discurso para bodas a dos voces

¡Estamos de subidón total! Y es que el discurso de bodas que hemos escrito para una madre y su hijo ha sido un éxito.

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Recibir emails como este es la mejor recompensa a todo el trabajo que hacemos de ponernos en la piel de otra persona para poder escribir un texto completamente personalizado: ¡que guste!

Los discursos compartidos con otra persona quedan divertidísimos por la interacción entre los dos, y ayudan a pasar mucho mejor el «mal trago» de salir a hablar en público. ¡A nosotros nos encanta el resultado! Y además, por el mismo precio, oiga.

¿Quieres un discurso personalizado para una boda? ¿Te apetece hacerlo junto a un amigo, tu pareja, tu madre o tu hijo/a? ¡Escríbenos! De todo lo demás nos ocupamos nosotros.

Cómo escribir discursos para bodas en 10 sencillos pasos

Vale, ya está. Te ha caído el marrón encima. Catapum. No hay vuelta atrás: los novios, cargados de ilusión, te han pedido que pronuncies unas palabras en el día más especial de sus vidas. Y tú, cargado de agobio, no sabes por dónde empezar: si por el vino o por la cerveza para olvidarte del problemón que tienes encima.

Que no cunda el pánico. Todo tiene solución. Si sigues estos 10 pasos conseguirás un discurso de boda PER-FEC-TO. Y si me equivoco, te invito a un café. O algo más caro, venga, te invito a unos piñones.

  1. Respira hondo. ¡Calma! Hay dos sitios por donde las ideas no pueden fluir: una mente estresada y un concursante de Gran Hermano.
  2. No cometas el error de sentarte delante del ordenador con el firme propósito de escribir tu discurso de boda y no levantarte hasta que no lo consigas. La inspiración viene cuando quiere. Así que aprovecha los trayectos en metro, las esperas en el dentista, o los paseos con tu perro para recordar anécdotas divertidas que has vivido junto a los novios.
  3. En relación a esto… no dejes que tu discurso sea un resumen de estas anécdotas. La mayoría de personas que están ahí no las habrán vivido, por lo tanto, no les harán tanta gracia como a vosotros. Tienes que crear un texto universal, que mantenga el interés de todos los invitados.
  4. Si eres amigo o amiga del novio, no permitas que tu discurso gire todo alrededor de él. Incluye a su pareja todas las veces que puedas. La boda es de los dos por igual.
  5. Seguramente tendrás muchas cosas de las que hablar, pero selecciona las más importantes. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
  6. Haz reír. El humor es la mejor manera de romper el hielo y conectar con la gente.
  7. Haz llorar. Pero de la emoción, ¿eh? Si has roto el coche de la novia o del novio no es momento de decirlo.
  8. Evita las citas, frases hechas o fragmentos de películas en exceso. Puedes incluir una o dos, pero el resto del texto es mejor que sea más personal.
  9. Escribe frases sencillas, naturales, que casen (nunca mejor dicho) con tu manera de hablar. Así será más fácil que el día de la boda las recuerdes y puedas pronunciar tu discurso casi casi de memoria, mirándoles a los ojos.
  10. Si prefieres evitarte preocupaciones, deja que seamos nosotros quienes nos encarguemos de escribir tu discurso para la boda, ¡y tú vive la vida! Escríbenos a info@tododiscursos.com y crearemos tu discurso de bodas perfecto.

¡Hola, ya estoy aquí!

¡Qué cabeza la mía! Entre el trabajo, un niño de 4 años y una bebé de 10 meses, he olvidado pasarme por aquí durante mucho tiempo. ¿Pero quién puede culparme? 🙂 En estos meses, he seguido escribiendo discursos para bodas que, está mal que yo lo diga, han quedado preciosos. ¡Incluso he visto fotos de gente súper maja pronunciando estos discursos! Y me ha hecho mucha ilusión.

Sin embargo, he descuidado mi blog y un email recordándome el próximo pago de mi dominio, me ha puesto las pilas. ¿Estoy pagando un dominio que no utilizo? ¡De eso nada! Así que me he propuesto escribir más a menudo en esta página. Que con un post que ponga al año, ya será escribir más a menudo que lo que he estado haciendo últimamente…

¡En fin! Ya no me torturo más. Tengo ganas de utilizar este espacio porque le tengo mucho cariño a mi idea, mi proyecto, mi hobbie, de escribir discursos divertidos y emotivos para bodas. Os puedo asegurar que en los últimos 5 años he escrito muchos, pero muchos, muchos discursos, y sigo emocionándome con la historia que hay detrás de cada ceremonia.

Si tú también quieres un discurso bien chulo, escríbeme a info@tododiscursos.com y empecemos a charlar 😉

Bienvenidos al tren con destino a

Valencia. O Madrid. He hecho este trayecto algo así como trillones de veces (vez arriba, vez  abajo) en los últimos años. Hasta hace unos meses, elegía siempre el vagón del silencio del AVE y aprovechaba el viaje para escribir, por ejemplo, un discurso para una boda o un monólogo personalizado

Desde mayo vivo permanentemente adosada a un bebé y cuando viaja conmigo ya no puedo elegir el vagón del silencio (porque «en silencio» es el único estado en el que no quiere estar) ni sacar el ordenador porque me faltan manos. A cambio, estoy conociendo a un montón de personas que se convierten en amigos mientras dura nuestro recorrido. 

Es el bebé quien nos vincula. Él les dedica su mejor sonrisa y entonces empezamos a hablar. No es un intercambio de dos frases, son conversaciones que duran decenas de kilómetros. Pero después, cuando el tren llega a su destino, cada uno sigue su rumbo y nos separamos esperando volver a coincidir en un próximo viaje. A veces acuden a mi mente después de un tiempo, como hoy, que he decidido escribir estas líneas porque quizás un día anden buscando ideas para un discurso para una boda o un monólogo personalizado y encuentren esta página. Y si es el caso, me encantaría que me dijeran hola. 

Aquí van mis amigos viajeros, una lista que espero ir ampliando:

-Iván Larrea y su mujer: empezamos a hablar porque compartimos una mesa. Él se dedica a hacer órganos de piedra (lo encontraréis googleando su nombre), ella es licenciada en Historia y trabajó muchos años en Telemadrid. Iván, ¡espero que estés totalmente recuperado de tu pierna! 

-Mamá de una niña de 18 meses: coincidimos de pie en la zona del vagón 7 donde dejamos los carritos. Hablamos de la maternidad, de cómo la gente se empeña en decirte lo que tienes que hacer y a qué edad tienes que sacar al niño de tu habitación. Tonterías. Lo único que tiene que hacer una madre es seguir su instinto. Ha funcionado así durante miles de años. A su hija tienen que operarle del corazón: irá bien, te lo aseguro.

-La abuela que todo nieto quiere tener: vive por Hortaleza y cuida a su nieta Victoria, de 4 meses. Un verdadero encanto.Dulce, cariñosa, y vive pegada al whatsapp. ¡La niñera perfecta! Sólo tiene una pega: es la niñera perfecta de otro bebé que no es el mío.

-Dolores: es maestra de infantil en un cole de Guadalajara. Habla a los nenes todo el tiempo en inglés. Amor en estado puro. Contestó a mis preguntas sobre las guarderías y hablamos largo y tendido de los medios de comunicación. Ella y su marido tenían un programa en una radio local. 

Si me leéis, amigos, escribidme aunque no queráis ningún discurso o monólogo. ¡Me gustará saber de vosotros!

 

Propósitos para 2016

  1. Comer menos chocolate
  2. Hacer más ejercicio. Bueno, hacer ejercicio.
  3. Contar hasta 10 antes de enfadarme. Y cuando llegue al 10, no enfadarme.
  4. No preocuparme tanto de las cosas que no dependen de mí. No preocuparme de las cosas que dependen de mí, sí ocuparme.
  5. Escuchar más conversaciones ajenas en el metro.
  6. Ser optimista, pensar que todo saldrá bien y esos rollos ‘happy flower’.
  7. Acabar lo que empie
  8. Ponerme en el lugar de los demás (y no me refiero a en la cola del supermercado)
  9. Tomar fruta. La tarta de manzana NO es fruta.
  10. ¡¡SEGUIR ESCRIBIENDO LOS DISCURSOS DE BODAS MÁS CHULIS DEL MUNDO!!
Encarga tu discurso en info@tododiscursos.com