Sábado, sabadete…

Sofá, café y discursete. 

Pocas cosas me gustan más los sábados por la tarde que acomodarme en el sofá con una buena y humeante taza de café entre mis manos y el portátil en mi regazo. Bueno, sí: que al café no se le ocurra volver a caer sobre el teclado. 

Es la mejor manera de escribir un discurso para bodas: la tranquilidad del fin de semana, la inspiración del café y la comodidad del sofá.

El de hoy en concreto va para Huesca… la semana que viene se celebra una boda muy bonita y este discurso será nuestra manera de estar allí 😉 

Captura

Anuncio publicitario